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El descuido de escribir mal en nombre de tu cliente (1ra parte)

Romina Moine

Romina Moine

escribir mal - consultora interactua

Sí, lo admito, soy una de las tantas personas a las que le molestan (por no decir irritan) las faltas de ortografía y los errores gramaticales, sea en el medio que sea. Pero es una realidad que con la proliferación de las redes sociales, esta maldita costumbre está a la orden del día, más que nunca, más que siempre. Y con la excusa de la inmediatez, lo informal, el tener que ahorrar espacio, la ¿moda? de escribir “mal”, y hasta del teclado táctil (que a veces pareciera cobrar vida propia), el mundo virtual podría ser el mismísimo infierno para Miguel de Cervantes Saavedra.


No es mi intención aquí polemizar sobre las transformaciones de las prácticas culturales ni los modos de escritura que acompañan a las tecnologías y los nuevos medios, debate complejo si los hay. Pero sí invitar a reflexionar sobre las consecuencias que puede llegar a tener una mala redacción cuando quien está hablando (mejor dicho, escribiendo) es una marca, una empresa o hasta el negocio de tu barrio.

Es cierto, a cualquiera se nos puede chispotear un error de tipeo -por ejemplo-, pero “horrores” de ortografía o gramaticales en posteos a cargo de un Community Manager son inexcusables, un pecado mortal más bien diría.

En el ámbito privado tal vez no sea tan grave, pero ¿dimensionás el impacto negativo que puede llegar a tener escribir mal en social media, en nombre de una marca o empresa? Una redacción descuidada pone en jaque la notoriedad de quien está hablando; y -aunque existe mayor tolerancia a estas faltas en las RRSS- pensar que estas cosas se perdonan es un gran error.

Frecuentemente la causa de los problemas en la calidad de contenidos radica en la baja cualificación profesional o la incorporación de profesionales inapropiados para esta tarea. Un CM irremediablemente debe contar con una buena ortografía y estilo de escritura si queremos asociar la imagen de marca con la profesionalidad, la credibilidad, el compromiso y la seriedad; de lo contrario se puede hasta perder la confianza de nuestros más fieles seguidores. Es la voz de una marca/empresa quien interactúa con sus clientes o potenciales fans; en definitiva, es la marca misma la que habla.

Imaginemos un posteo o los contenidos de un sitio web mal escritos… difícilmente vayan a conquistar a los internautas cada vez más exigentes; hiriendo así la reputación necesaria que habilitaría un significativo caudal de visitas, menciones y enlaces.

¿Y si nuestro interés está en vender?…

Hace un tiempo ya  Charles Duncombe -empresario dedicado a dirigir páginas de Internet de viajes, ropa y celulares- aseguró que un sitio con errores ortográficos puede reducir las ventas hasta un 50%. En pocas palabras: Escribir mal significa vender menos.

Entonces, bregar por una buena y correcta redacción es atender responsablemente a nuestra carta de presentación. Si queremos que los contenidos inviten a la lectura (aún en tiempos y espacios donde prima la brevedad y la rapidez para publicar), más vale tomarse el tiempo necesario para releer, revisar y retocar nuestros escritos; de lo contrario nos convertiremos en autores de un verdadero crimen “ferpecto”.

Paula Andreetto
Content Manager y Community Manager
Consultora Interactúa

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