Ya sea por inercia, rutina, la necesidad de cumplir con un cronograma, no quedar fuera de las tendencias o porque “la competencia lo está haciendo”… son demasiado frecuentes las veces en que las marcas realizan acciones de marketing y publicidad que terminan transformándose en una grave pérdida de tiempo y recursos.
¿La razón? No se plantean metas precisas desde un principio. Tres ejemplos de ello:
- Hagamos un sorteo ► La mayoría justifica esta acción diciendo que es para ganar seguidores, pero no sabe para qué quiere esos seguidores: no se les pide ninguna acción que termine en una conversión o dato o material de valor, no se los mide de ninguna manera, no se los segmenta.
- Mandemos un mail sobre este nuevo producto ► No se segmentan los contactos, no se establecen botones para una conversión, la medición no avanza más allá del porcentaje de apertura.
- Paguemos publicidad en Linkedin ► No se conoce a fondo la cantidad de usuarios por zona geográfica, no se toma en cuenta los costos ni la performance de la plataforma.
Viendo solo estos tres ejemplos podemos empezar a entender que es un grave error no tomar en serio la elaboración temprana de un objetivo claro; sin embargo, hacerlo no es tan fácil como parece – por algo la mayoría frecuentemente cae en los vicios enumerados en el primer párrafo de esta nota -; pero siempre hay un primer paso, y este es preguntarse: ¿qué quiero lograr?, ¿por qué?, ¿puedo medirlo?
Las respuestas a estas preguntas, por un lado, permitirán elegir las herramientas y acciones más idóneas para generar más y mejores resultados; por otro, permitirán mediciones puntuales que posibilitarán proyectar próximas acciones en base a una estrategia más integral.
Algunos objetivos claros que podrías comenzar a plantearte antes de decidir cualquier acción de marketing:
- Aumentar el posicionamiento / reconocimiento de mi marca.
- Aumentar el tráfico a mi web.
- Generar mayores conversiones en mi ecommerce.
- Recabar leads para contactar (ventas, reclutamiento, etc)
- Generar nuevas ideas, sobre productos o servicios o material para usar posteriormente en campañas comunicacionales o comerciales.
- Fidelizar al cliente.
Por ejemplo, si el objetivo es conseguir mayor cantidad de potenciales clientes para la compra de loteos (leads), las acciones pueden ser: armar campañas publicitarias o de email marketing, o publicaciones en redes, con un link / botón a un formulario simple en el cual los interesados dejen sus datos para ser contactados a la brevedad, o al whatsapp de un vendedor.
Y si bien la performance de cualquiera de estas acciones podría medirse solo por cantidad de conversiones, en el momento en que dos o más de ellas brinden resultados similares, podrán seguir optimizándose en base a costo por clic, o calidad del lead, etc. (un nuevo objetivo planteado).
En definitiva, saber lo que queremos nos permite: convertir, medir y optimizar. La base de cualquier estrategia de marketing exitosa.