¿Cómo distinguir si estamos ante un communitrucho?

Hay determinadas profesiones y rubros en los que es posible con más frecuencia encontrar “impostores” o gente que no está debidamente preparada, haciendo de profesionales de la materia. En el mundo del Community Management ocurre con más frecuencia de lo que debería, con gente diciéndose community manager (y cobrando) solo por manejar alguna página de Facebook o una red social para alguna actividad o persona en especial, sin tener la preparación adecuada para armar una estrategia de comunicación, ni para leer los resultados y formular conclusiones con ello.

 

Vendehumo redes sociales

 

Por esta razón estos communitruchos cometen una serie de errores al hacer de cuenta que son lo que no son:

 

  • Generalmente -aunque no siempre-, la falta de preparación de estas personas se deja ver en las faltas de ortografía y el uso inadecuado del lenguaje. Por ejemplo, abusando del uso de la mayúscula en los textos, que en las reglas de etiqueta de Internet (netiquette) significan hablar a los gritos ¡Gran error!

 

  • Firmar las imágenes o fotografías propias utilizadas para un cliente es otra mala costumbre que se suele detectar. Se supone que todo lo que creamos es para y por el cliente, y la identidad del community no debe ser pública. Recordemos que se habla como si fuéramos el cliente, no como un tercero intermediario entre él y las personas a las que quiere llegar.

 

  • Además, un buen community NUNCA debe mandar comentarios por inbox a las personas que escriben en las redes públicamente por cuestiones que bien pueden hacerse allí mismo. Solo se conecta por privado para solicitarles información o ampliarles datos que buscan conocer y que por ser de carácter más privado o reservado se derivan al mensajero. Porque lo importante es no sólo la interacción en sí, sino que la interacción se vea. La imagen de una empresa o institución en las redes será mejor si las personas ven que hay interés en el contacto a través de las respuestas a los comentarios de otros.

 

  • Otro dato a tener en cuenta: si un community quiere referenciar algún link, no debe darlo bajo ningún punto de vista en la introducción a un posteo sino indicándolo al final, por una cuestión de prolijidad y de correcta comunicación.

 

  • Un cliente no solo le paga a los administradores de una página sino que invierte en ella para impulsar las publicaciones y así llegar a más público. Un administrador serio debe conocer las herramientas de análisis y estadísticas que ofrece la red social para luego transmitirle los datos y una lectura de los mismos a quien lo contrató. Es importante que conozca y sepa medir el Retorno de Inversión (ROI) del dinero aplicado a la campaña social media (likes, comentarios, compartidos, feedback, etcétera).

 

  • Por otra parte, un administrador que se precie de tal debe tener la capacidad de entender al público al que va a dirigirse para poder interactuar con él y lograr correctas llamadas a la acción, en donde incentivará a los usuarios a realizar algo (comentar, participar, opinar, elegir, dar like, etcétera). Alguien sin esos conocimientos, difícilmente pueda lograr un feedback real con los usuarios y seguidores, lo que es en sí mismo un fracaso y una contradicción con el fin último de la presencia de un organismo y/o empresa en las redes sociales, que es la conexión con la gente.

 

  • Por último, los posteos que realice deben ser originales, no repetirse y ser adecuados para las redes sociales, en general distintos -en forma y esencia- de los mensajes emitidos por los canales tradicionales (radio, TV, gráfica, marketing directo). Esto es algo que un buen community manager conoce a la perfección y que lo distingue de cualquier impostor.

 

En Consultora Interactúa contamos con un servicio de calidad para nuestros clientes, respaldado por profesionales con amplia trayectoria y conocimiento en la materia, verdaderos community managers de vocación y corazón, que saben cómo llegar al público y transmitir de manera eficaz y eficiente un mensaje, elaborar una estrategia y responder al cliente aportándole un adecuado y completo análisis de los resultados de su inversión.

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Bruno Bulgarella
Diseñador web & Social Media Manager
Consultora Interactúa

Pros y contras de las redes sociales

Ya nadie puede negar que las redes sociales revolucionaron  la forma de comunicarnos e interactuar, ofreciéndonos todo un abanico de  posibilidades y variantes. Eso sí: dependiendo de cómo las usemos, pueden llegar a ser productivas o no.

Para ello debemos conocer sus ventajas y desventajas o, mejor dicho, los pros y contras de este gran fenómeno social.

El atractivo principal es, sin lugar a dudas, la forma de participar e interactuar que les brinda a los usuarios: de manera horizontal, posibilitan que todos estén en un mismo nivel, sin importar condición social, económica, raza o religión. Cualquiera puede producir y reproducir su propio contenido y expandirlo sin fronteras. Podemos contactarnos con personas de otros ámbitos que normalmente no podríamos acceder, ya sea por cuestiones socioculturales o geográficas.

También hay redes profesionales que pueden ser una herramienta fundamental a la hora de realizar contactos, conseguir empleo o publicar oportunidades laborales. Existen empresas que crean grupos privados que funcionan como una intranet para compartir o distribuir material e información interna.

Las Redes Sociales también son plataformas para el ocio, permiten desarrollar hobbies,  formar parte de cuánta comunidad podamos hacerlo, programar y acudir a eventos,  actos y conferencias de todo tipo.  Ahh y por supuesto: mantenernos en contacto con nuestras amistades y familiares, principalmente los que los tenemos lejos.

Pero no todo es “tan bueno y perfecto” en el virtual mundo de las redes sociales. Una de las principales contras de estos canales es que muy pocos configuran su perfil, por lo que una gran mayoría de cibernautas ponen en peligro su privacidad permitiendo que “todo el mundo” vea sus publicaciones.

Otros puntos negativos son:

  • La usurpación de identidad dentro de una red social.
  • El hecho de que todo lo que publiquemos se convierta en propiedad de la misma (hace un tiempo Facebook primero lo anunció y luego se vió obligado a dar marcha atrás y ratificar que no tomaría esa medida).
  • El tiempo dentro de las redes sociales vuela, y si no nos sabemos administrar sanamente puede llegar a ser muy perjudicial para nuestras vidas, ya sea en lo escolar, laboral o personal, perdiendo la oportunidad de pasar tiempo con nuestros seres queridos.

Debemos conocer los beneficios y las desventajas  dentro de las Redes Sociales, saber navegarlas, saber configurarlas y evitar los peligros. Si aprendemos eso, estas aplicaciones son una gran herramienta para para el mundo en que vivimos hoy, ya sea para lo personal, profesional  o académico.

 

Sebastián Bazán
Ejecutivo de Cuentas
Consultora Interactúa

Los parecidos de las redes sociales ¿copia o integración?

parecidos redes sociales - consultora interactua

Hace unas semanas Facebook lanzó sus “Stories” y llovieron los comentarios alusivos a que estaba copiando a Instagram Stories, que a su vez le había copiado a Snapchat

Negación, quejas, defensa de la “naturaleza” de nuestra plataforma favorita, curiosidad, uso y adaptación parece ser el ciclo que seguramente repetiremos cuando ya tengamos en nuestros celulares Whatsapp Status o Estados de Whatsapp, lo que se avecina como la siguiente reproducción del fenómeno de los mensajes multimedia efímeros (la cual, coincidamos, es la actual Diva 2.0).

Ahora bien, estos parecidos que se generan en el clan Zuckerberg -y que también podemos encontrar entre Pinterest y las “Colecciones de Google Plus” (¿En serio? A pocos le importa…. pero esas redes también cambian)-, provocan reparos y comparaciones en mayor nivel porque son cada vez más evidentes, dado que mezclan los núcleos fundamentales de cada plataforma. Y todo ha tomado mayor repercusión cuando Facebook, quien parecía el todopoderoso intocable, se rindió a traer la impronta de un pequeño pero particular Snapchat.

Sin embargo, éste es un comportamiento que viene de años, cuando allá por 2014 Twitter cambiaba su formato de perfiles, disponiendo la foto de éstos y la de portada de una manera similar a Facebook.

Luego éste comenzó a utilizar los Hashtags
Luego aquél sacó el Fav (en una osada acción que a varios tuiteros nos hizo perder la Fe en Jack)…

Facebook Live se hizo popular y comenzamos a transmitir videos en vivo, y debajo de él se escuchaba el ahogado grito de un precursor pero efímero Periscope. El video fue tomando lugar y, a pesar de no levantar cabeza con Plus, el grupo Google tiene en Youtube un estandarte que por el momento parece ser intocable.

Gradualmente los parecidos se fueron haciendo más evidentes, producto de un cambio de dirección en los usos de redes sociales: Las “tribus” 2.0, los fundamentalistas de determinada plataforma, el target de una aplicación, poco a poco se fueron borrando.

De la polarización tanto de redes como de sus usuarios en busca de LA red social, se viró progresivamente a un comportamiento integral que tiene sus detalles distintivos (los 140 caracteres, los “está en una relación”, el hecho de que alguien que no tiene tu teléfono no pueda encontrarte en Whatsapp…) pero que sin embargo tiene muchas más similitudes que diferencias. Es parte de un lenguaje que adoptamos nosotros y que la plataforma lo interpreta (a la vez que, obviamente, lo vende), porque debe analizarlo e integrarlo. Si no, posiblemente queden fuera de la Babel 2.0.

¿Es esto algo malo?

El usuario que comenta “Facebook estás cada vez más Snapchat”, es porque conoce la otra aplicación y seguramente la utiliza. No hay nada de malo en sumar algo que hacés y disfrutás en otro lugar. Distinto sería sumar acciones que un usuario no realiza en otras redes, o características y herramientas que éste no utiliza (por algo se ha mantenido la distinción de los 140 caracteres de Twitter).

El actual paradigma tendrá siempre un círculo en el cual se innova, llama la atención, se integra, se reproduce y se convierte en hábito. Esto es inevitable porque no responde a una plataforma, sino a la demanda de formas de comunicar. Las redes sociales así lo han entendido: la cuestión no es la distinción, sino la permanencia en el tren 2.0. Como Facebook y Twitter: un lustro copiando/permaneciendo.

Juan Nicolini
Social Media Manager 
Consultora Interactúa